Saturno devorando a un hijo. Goya. |
El Gobierno cree que los niños deben ser escolarizados "inmediatamente" después de nacer para alcanzar la conciliación.
El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha asegurado en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que para alcanzar la conciliación entre la vida laboral y personal en España, "todos" los niños deben estar escolarizados "inmediatamente" después de nacer. "Si tuviera que elegir una sola medida por encima de todas las demás para estimular la igualdad y, al mismo tiempo, la eficiencia de una economía, la capacidad, la producción y la riqueza a medio y largo plazo, esa sería que todos los chicos pudieran estar escolarizados inmediatamente después de su nacimiento", ha asegurado.
Gómez respondía así sobre el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que esta semana ha pedido a España un esfuerzo en políticas que faciliten la conciliación porque la falta de ellas se traduce en bajas tasas de empleo femenino y de fecundidad -1,4 hijos por mujer en España, frente al 1,74 de media de los 34 países miembros de la Organización-.
Desde la Plataforma de la Enseñanza Pública de Andalucía volvemos a denunciar las perversas intenciones que -una vez más- algunos esconden detrás de palabras como conciliación, igualdad o escolarización, cuando éstas son utilizadas para otros objetivos que nada tienen que ver con sus contenidos.
De nuevo tenemos a la OCDE marcando los tiempos y los pasos que hay que dar; la misma que ahora habla de frenar el fracaso escolar a base de aprobar a quien no sabe hacer la o con un canuto, porque nunca le ha interesado. Esta Plataforma lleva denunciado en varios artículos cuáles son los objetivos declarados de la OCDE en lo referente a políticas educativas de los estados miembros. El informe más elocuente, que habla por sí solo, es uno de 1996 en el que se recomienda a los países que integran la OCDE deteriorar la enseñanza pública,; baste como muestra el siguiente extracto del mismo, que no merece desperdicio: "(...)Después de esta descripción de medidas arriesgadas, se pueden aconsejar, por el contrario, numerosas medidas que no crean ninguna dificultad política (...) Si se les disminuyen los gastos de funcionamiento a las escuelas y universidades, hay que procurar que no se disminuya la cantidad de servicio, aún a riesgo de que la calidad baje. Se pueden reducir, por ejemplo, los créditos para el funcionamiento de las escuelas o las universidades, pero sería peligroso restringir el número de alumnos matriculados. Las familias reaccionarán violentamente si no se matricula a sus hijos, pero no lo harán frente a una bajada gradual de la calidad de la enseñanza y la escuela puede, progresiva y puntualmente, obtener una constribución económica de las familias o suprimir alguna actividad. Esto se hace primero en una escuela, luego en otra, pero no la de al lado. De tal manera que se evita el descontento generalizado de la población". [Documento publicado en 1996 por los servicios de estudios de la OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Morrison Christian, "La falsibilite politique de l'ajustament, Centro de Desarrollo de la OCDE", Cuaderno de Política Económica nº 13 OCDE 1996].
Sin duda, el caso de España es el del país que ha cumplido mejor y más rapido con estas recomendaciones de la OCDE: se ha conseguido asegurar el fracaso escolar para así tener sumida a esta sociedad en la más profunda de las apatías, hundida en una crisis de valores brutal; se han logrado los objetivos que marcaba la OCDE, y ahora viene el siguiente paso: esas generaciones ansiosas de consumo, sin formación ni preparación, acríticas, dócilmente manipulables a base de eslogan fácil y consigna efectista, ya están listas para asumir laboralmente lo que sea y aceptar este modelo de sociedad sin rechistar; no tienen nada por lo que luchar porque no saben por qué se puede luchar, más allá de por "el derecho al ocio"; sus padres ya han sido explotados, y se les ha despojado de toda función educativa hacia sus hijos: se les ha apartado del contacto familiar, sometiéndolos a jornadas laborales extenuantes y sueldos precarios, sin posibilidad de rechazar nada gracias a la amenaza del paro, hoy crisis económica.
Pues bien, queremos decirle al Gobierno y al partido que lo sustenta -de sus siglas sólo le queda la "P", de partido- que nuestras vidas son nuestras; que nuestros hijos son nuestros. Y que no vamos a contribuir a mantener este perverso engendro que concibe a las personas como baterías a las que succionarles la vida.
Este Mercado -nuevo modelo de Dios-, que exige la deshumanización de nuestros comportamientos, la bestialización en nuestras relaciones, la animalización de nuestras voluntades, la desnaturalización y la tecnificación de nuestras vidas, este nuevo Dios que nos exige el sacrificio de nuestros hijos en nombre de un falso progreso, en nombre de una falsa civilización no va a arrebatarnos nuestra vida, nuestras esperanzas ni nuestro futuro.
TODO ES MENTIRA. ACABEMOS CON TANTA FARSA.
"Hay una manera de contribuir a la protección de la Humanidad, y es no resignarse". (Ernesto Sábato)
Cuando he visto el titular creía que era de coña, pero al ir al enlace de La Vanguardia me he quedado helado con las palabras del individuo de la UGT, ministro del Paro para más señas. ¡Qué despropósito!
ResponderEliminarGracias por no resignaros.