Artículo de Luis García Montero
Andalucía no sale bien valorada en el Informe Pisa. Parece que el nivel de los alumnos andaluces es de los más bajos de España.
Mi hija Elisa comenta con preocupación los resultados del Informe. Este año se le otorga especial valor a la capacidad de comprensión en la lectura, algo a lo que yo suelo darle también mucha importancia. Por eso se ríe cuando le digo que no me preocupan los resultados de ese dichoso informe sobre el estado de la educación.
Eso es que te sale el orgullo andaluz, o que no quieres criticar a la Junta.
No, eso es que vivo entre Madrid y Granada, y viajo mucho por España, y comparo. Conozco perfectamente las carencias de la enseñanza pública en Andalucía, critico la falta de apoyo que sienten los profesores, me gustaría que las inversiones fuesen más decididas, que no se desviase dinero a la Iglesia Católica y echo en falta en España una verdadera reflexión sobre el sentido de la educación. No se trata de orgullo andaluz, hija. Soy crítico, pero no me tomo en serio el Informe Pisa. Me basta con oír lo que cuentan mis amigos profesores que se dedican a esos asuntos.
¿Y qué cuentan?
Pues tienen muchas quejas, pero ninguna se relaciona con los resultados del Informe Pisa. ¿Tú sabes qué significa ese informe?
No.
Es un estudio puesto en marcha por la OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, algo así como un club para ricos, de esos que gobiernan el mundo. La palabra cooperación es aquí un eufemismo. Las encuestas no son objetivas, tienen sus intereses propios. Lo verdaderamente importante en una encuesta son las preguntas, no las respuestas. Quien pregunta es el que puede establecer el sentido de los aciertos según su visión de la realidad.
¿Pero qué preguntan?
En el cuestionario, por ejemplo, hay que saber rellenar la garantía de un producto o explicar el significado de la frase “gracias por su compra” en una factura. Ya sé que se trata sólo de una anécdota, pero me parece muy simbólica, porque la enseñanza positiva para la OCDE es la que nos convierte a todos en consumidores, no en ciudadanos. Después de haber hecho una tesis doctoral y varias oposiciones, y después de dedicarle mi vida a la lectura, tal vez a mí me hubiera suspendido en el Informe Pisa. Imagínate que les doy mi interpretación de lo que significa la frase “gracias por su compra”. Hablaría de la sociedad de consumistas que defiende, favorece y vigila la OCDE.
De manera que es un informe manipulado.
Bueno, es un informe propio de una ideología que ha olvidado la ilusión pedagógica de la Ilustración, que es el origen de los mejores sueños de la sociedad moderna. En vez de formar ciudadanos, personas con conciencia crítica y con voluntad ética, la OCDE pretende generar consumidores, trabajadores dóciles, gente manipulable, personas competitivas, posesivas. La cultura neoliberal es la envoltura de un mundo insolidario, lleno de depredadores.
Entonces no es grave quedar mal en el Informe Pisa. Estamos mejor de lo que parece.
Pues no, estamos mal. Los gobiernos no hacen reformas para mejorar la enseñanza, sino para adaptarla definitivamente al capitalismo. Así que debemos elegir nuestras preocupaciones. Más que de la OCDE, me preocupo de los profesores que están asistiendo a unas reformas escolares y universitarias que ponen el saber humano al servicio de las utilidades económicas de un sistema insaciable, y no al servicio de la ciencia y de la formación de la ciudadanía.
Vaya complicaciones, así comprendo el pasotismo. No sólo hay que preocuparse por los problemas del mundo. Hay que preocuparse también por la forma en la que nos preocupamos del mundo.
Pues claro, de eso se trata en las encuestas y los exámenes. Tenemos que ser dueños de nuestras propias preguntas, en vez de correr detrás de las respuestas que esperan los demás.
Hombre, está muy bien esto que dice Luís García Montero... lo malo es que si los resultados del informe PISA fueran distintos, le parecería maravilloso, y aplaudiría tanto la prueba como a la OCDE. Este tipo no me merece -ideológicamente- ningún respeto; para mí es un chupón más de la teta, al que le ha venido muy bien explotar el disfraz de "hombre-de-izquierdas". Su polémica con su compañero de Departamento de la Universidad de Granada (Juan Antonio Fortes) y el apoyo de los medios oficiales de la Noizquierda con que cuenta, aparecen explicados en este blog: http://algundiaenalgunaparte.wordpress.com/2008/11/19/polemica-sobre-lorca-fortes-garcia-montero/
ResponderEliminarPor cierto que recomiendo el libro "Intelectuales de consumo" de Juan A. Fortes, en el que ofrece una documentada autopsia del panorama literario español, de cómo funciona todo este mercadeo de Premios, jurados, galardones, laureados, editoriales y figuras de primera fila... y donde no falta el señor García Montero. Es una AGAEVE más, con toda su red clientelar.