LOS AYUNTAMIENTOS ANDALUCES, LOS QUE MENOS GASTAN EN EDUCACIÓN

             

      

Los ayuntamientos andaluces son los que menos gastan en sus alumnos del país

Las escasez de escuelas infantiles es una de las deficiencias más notables. Andalucía como comunidad está también a la cola en gasto educativo.

14.06.2011 EL MUNDO  Reyes Gómez | Sevilla

Los ayuntamientos de la comunidad andaluza son los que menos gastan por alumno de todo el país. Según un informe la inversión media que hacen los gobiernos locales no llega ni siquiera a la mitad de la que hacen el resto de consistorios. Así, frente a la media nacional, que es de 437,9 euros, Andalucía apenas supera los doscientos euros. Más exactamente, su desembolso medio es de 200,8 euros.

Los gobiernos locales se suman así a la triste estadística que también sitúa al gobierno regional andaluz como el que menos gasta en sus alumnos. Los últimos datos disponibles reflejan que, en 2007, Andalucía es la autonomía que menos invirtió por alumno con un total de 5.060 euros, frente a los 9.835 del País Vasco.

En cuanto al gasto municipal, el compromiso de los ayuntamientos con sus obligaciones legales en materia de gasto educativo es muy diverso. Los consistorios de Navarra son, por ejemplo, los que más invierten en sus estudiantes, con 971,1 euro por cabeza. Le siguen, en orden descendente, Cataluña, con 887,2, y Ceuta y Melilla, con 635,3 euros por alumno.

La ley deja en manos de los consistorios la conservación, mantenimiento y vigilancia de los centros públicos de Educación Infantil, Primaria y Educación Especial ubicados en el municipio. No obstante, la LOE y la Ley de Bases de Régimen Local, como la propia Constitución, contemplan también que los municipios pueden realizar actividades complementarias de otras administraciones relacionadas con la Educación.

Esta ambigüedad hace que el esfuerzo municipal en esta tarea sea muy diverso, desde municipios absolutamente implicados en construir auténticas "ciudades educadoras" que parten de la Educación Infantil pasan por las Enseñanzas de Régimen Especial y llegan a una amplia oferta de servicios educativos complementarios y extraescolares, hasta los que se limitan a esas estrictas obligaciones legales".

Un ejemplo de ello es, en su opinión que, según las cifras que maneja esta central sindical, relativas a 2008, en Andalucía únicamente está escolarizado el 28% del alumnado de la etapa educativa de Infantil de 0 a 3 años. Estos escolares se distribuyen entre 170 centros de titularidad publica, 440 de titularidad municipal y 876 de titularidad privada-concertada.

"En Andalucía, por tanto, hay una gran carencia de escuelas infantiles, además de un gran deterioro en cuanto al mantenimiento de centros de Primaria", por lo que la constitución de los nuevos equipos municipales es una "ocasión" para que decidan colocar la Educación como una de sus prioridades.

El amplio margen de actuación que dejan las diferentes normas a los ayuntamientos implica también que el balance de gasto educativo puede no representar exactamente el gasto total real de los municipios, puesto que las Concejalías de Educación tienen distintas orientaciones, desde las que desarrollan la gestión total de la educación de su territorio, a las que limitan su función a programas educativos, mientras que el mantenimiento de los centros, reparaciones y demás se incluye en ámbitos funcionales más amplios, pasando por las delegaciones que comparten estos gastos con otras áreas, como cultura, juventud u otras. Unas circunstancias contempladas por el sindicato.

En toda España, de los 2.800 millones de euros invertidos por los ayuntamientos en educación, la mayor parte -casi 1.669 millones, que representan el 64,4% del total- se dedica a Educación Infantil y Primaria. A actuaciones extraescolares y complementarias, más de 416 millones de euros, un 16,1%; a Secundaria, 252 millones, el 9,7%; y a Enseñanzas de Régimen Especial, casi 192 millones de euros, el 7,4%.

Aunque desde ámbitos sindicales aún se está evaluando el distinto grado de implicación de los consistorios por provincias, se anuncia ya que la base del problema es que "los ayuntamientos no tienen disposición presupuestaria". Por un lado, porque están "muy endeudados por diferentes motivos" y, en segundo lugar, "porque las competencias que asumen en materia educativa no siempre está acompañada de su correspondiente partida presupuestaria". En cualquier caso, la conclusión es que, ahora mismo, "la Educación no es la prioridad de los ayuntamientos andaluces".

Andalucía es, igualmente, una de las comunidades menos eficientes en sus inversiones en la enseñanza.
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Está clara la importancia que le dan los ayuntamientos a algo tan capital como la educación. El capital que sí les interesa es el otro: el del ladrillo y el dinero fácil. 
Favorecen comedores escolares cada vez más caros y con menos ayudas, y no les preocupa que los centros carezcan de monitores.
Paradójicamente gran cantidad de ediles proceden del mundo de la enseñanza, pero parece que cuando llegan al poder olvidan las necesidades y carencias de los centros. Quizás sea porque cuando los desalojan (rara vez se van por propia voluntad) ya se encargan de recolocarlos en las diputaciones (ahora "sólo" tienen las de Huelva, Sevilla y Jaén) y en otros cargos distinguidos por sus múltiples méritos (ver este artículo de El País).
Parece que en lo que tampoco tienen problemas es en favorecer los centros concertados y privados, como ha declarado el alcalde de Sevilla.