Los empresarios piden copago en sanidad y educación
Grandes empresas reclaman un "gran pacto" político tras las elecciones, que el PSOE apoya
SUSANA R. ARENES 24/10/2011
"Se acabó la fiesta. Ahora hay que pagarla". Así de gráficamente definió este lunes la situación económica ante la prensa Isak Andic, presidente de la multinacional textil Mango y del Instituto de Empresa Familiar (IEF), que agrupa a más de 400 empresas familiares del país. Tanto esta potente organización empresarial como la patronal CEOE tienen sus recetas para salir de la crisis y, entre ellas, una que afecta directamente a los ciudadanos: reclaman que contribuyan a pagar el coste de los servicios públicos. No sólo de la sanidad, lo dicho públicamente por la CEOE, sino también de otros servicios, hasta ahora de acceso gratuito, como la educación.
Así lo refrendaron fuentes del IEF hoy ante los periodistas. Andic no lo quiso llamar copago al pedir "racionalización de la financiación del sector sanitario", en la inauguración del XIV Congreso Nacional de la Empresa Familiar. Pero esa es la filosofía que subyace. Para recortar gasto público, los ciudadanos, a partir de un determinado nivel de renta, deberían costear parte de los servicios públicos.
La semana pasada el presidente de la CEOE, Juan Rosell, ya pidió el copago sanitario. Pero, en el documento de propuestas enviado al PSOE y al PP figura el copago en "servicios públicos congestionados", no sólo en los sanitarios. En el IEF consideran que primero debe abordarse en la sanidad y, después, en la educación y así se lo han transmitido en las propuestas a los partidos. El ideario económico del PP, que puede llegar al Gobierno tras el 20-N, suele beber de las propuestas de las empresas.
Sobre cómo aumentar los ingresos del Estado, las empresas familiares y la CEOE tampoco discrepan esta vez. Defienden subir el IVA. Consenso tras el 20-N
Públicamente, Andic pidió al "próximo Gobierno que salga de las elecciones" que promueva "un gran acuerdo político" para superar la crisis. Recibió la respuesta del PSOE, por boca del ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, quien señaló que "si ganamos las elecciones, llamaremos al PP para ese consenso". Recordó que el PSOE ha sido proclive al consenso cuando ha estado en la oposición y dijo crípticamente: "quiero creer que el PSOE de después de 2011 será un partido responsable".
En respuesta a la exigencia de Alemania de que España haga más reformas, Jáuregui defendió que "hemos hecho muchas cosas", "pero faltan muchas cosas por hacer". Propuso "fusionar ayuntamientos y que las comunidades absorban funciones de las diputaciones".
En su habitual encuesta, las empresas familiares dieron hoy una nota cercana al cero a los políticos: un 1,7%, la menor en tres años.
Por otro lado, el consejero delegado de Banesto, José García Cantera, se quejó de que la exigencia del 9% de capital a la banca europea es "extremadamente dura" pero pronosticó: "no es descartable" que se extienda "a todas las entidades europeas".
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¿Alguno de ustedes estuvo en esa fiesta?
Muy interesante al respecto el siguiente artículo (25/10/2011) de Isaac Rosa
Tontos unidos contra la crisis
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¿Alguno de ustedes estuvo en esa fiesta?
Muy interesante al respecto el siguiente artículo (25/10/2011) de Isaac Rosa
Tontos unidos contra la crisis
La crisis me está agravando la dislexia mediática, esa patología que nos trabuca las palabras al leer una noticia, y que a veces permite entenderlas mejor. Así, me he acostumbrado a leer ‘deformar’ por ‘reformar’ (“hay que deformar más el mercado laboral”, dice la patronal; “deformaremos el sistema educativo”, promete un político), o ‘asustar’ por ‘ajustar’ (“Bruselas pide a los Estados que asusten más el gasto público”).
Ayer me volvió a pasar: el Instituto de Empresa Familiar, por boca de su presidente, Isak Andic, lanzó sus propuestas contra la crisis, y subrayó un mensaje insistente: “Se requiere un esfuerzo por parte de tontos”; de la crisis saldremos “si tontos contribuimos”; y “tontos tenemos que pasar de la cultura de los derechos a la de las obligaciones y el esfuerzo”.
¿Cómo dicen? ¿A ustedes también les pasa? Vuelvan a leer, que no pone ‘tontos’ sino ‘todos’. To-dos. ¿Qué? ¿Releen y les sigue pasando? Ya veo, su dislexia es aún peor que la mía. Sí, recuerda a aquello del “Hacienda somos tontos”, pero insisto: Andic dijo todos, to-dos.
Es normal que nos bailen las consonantes. Primero, porque hasta ahora los esfuerzos para salir de la crisis no han sido de todos, sino de tontos más bien, pues siempre pagamos los mismos, los que no causamos la crisis. En segundo lugar, porque si uno lee las propuestas que presentaron ayer, el todos se convierte en tontos, y de capirote.
Fíjense lo que la gran empresa entiende por ‘todos’ al repartir los sacrificios: reorganizar las administraciones (es decir, menos servicios para tontos), reforma laboral profunda (para tontos los trabajadores), acelerar la recapitalización bancaria (pagada por tontos), copago sanitario (tontos los enfermos), reestructurar el marco fiscal (hacienda somos tontos, ya), fomentar el espíritu emprendedor (ayudas para listos en este caso), y acercar la universidad a la empresa (tontos con título).
Más o menos como las medidas que propuso hace días la CEOE, que insistió en que tontos debemos sacrificarnos, y que hay que deformar el mercado laboral para asustarnos más. O algo así.
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