´Dejaron de estudiar, se paseaban con su coche y ahora tienen que volver´
Arturo Fernández dirige desde hace 15 años el IES Jesús Marín y observa cómo existe una vuelta masiva a las aulas
IGNACIO A. CASTILLO. La opinión. Málaga, 9/10/2011
Estudiar está de moda. O más bien es una necesidad. La sociedad sigue encontrando la solución a muchos de los problemas que le afectan en el conocimiento, que se convierte en muchos casos en un bien público colectivo. Es un instrumento eficaz para fomentar la cultura, luchar contra la pobreza y la exclusión social, promover el progreso económico y mejorar el bienestar de los ciudadanos. La rectora de la UMA, Adelaida de la Calle, realizó parte de este alegato el viernes en el acto solemne de inauguración del curso académico. Muchos de los que en su día abandonaron las aulas atraídos por un sueldo fácil sin apenas cualificación, ahora se arrepienten al verse sin nada. Y su única alternativa es volver a dar clases. Arturo Fernández lleva 31 años dedicado a la docencia, los últimos 15 como director del IES Jesús Marín. En este tiempo ha visto cómo alumnos que se fueron han vuelto y cómo la desprestigiada FP ahora goza de un gran predicamento.
En la Universidad la mayoría de los grados están completos. En la Escuela de Idiomas se producen colas kilométricas para hacer la matrícula. Los ciclos formativos no tienen plazas para tanta demanda... ¿Por qué se está produciendo esta vuelta masiva a las aulas?
Creo que esta situación se da por varios factores y no se trata simplemente de lo primero que nos puede venir a la mente. La situación económica tiene su peso, pero no es tan simple como eso. Evidentemente hay mucha gente que se ha quedado sin trabajo y otras tantas que no encuentran un empleo a gusto con sus intereses. Y esto lo hemos notado en la demanda por estudiar ciclos formativos y en los jóvenes que ni siquiera han tenido la oportunidad de ingresar en el mercado laboral. La crisis del ladrillo ha tenido su influencia hasta en la elección de ciclos. Antes era demandadísimo, por ejemplo, porque tenía una gran tasa de inserción laboral, el ciclo de proyectos de construcción y ese este año es el último que se va a llenar en el Politécnico. Y ocurre lo contrario con esos ciclos que antes la gente no quería o elegía como segunda o tercera opción, como Electrónica, que antes flojeaba y ahora seguro que se va a llenar, tanto el de grado medio como el de grado superior.
¿Por qué dice que no sólo es la crisis económica lo que está provocando esta avalancha de solicitudes?
Yo creo que hay otra cosa que se ve enmascarada por la situación económica: el enorme prestigio que han ido cogiendo los ciclos formativos con el paso de los años, convirtiéndose en una opción para que los jóvenes puedan formarse de manera muy asequible tras el Bachillerato (cuando hablamos de ciclos de grado superior) o la ESO (en el caso de los ciclos de grado medio). Son una vía que mucha gente usa porque lleva años asentándose y ofreciendo buenas perspectivas laborales y porque el boca a boca entre los alumnos hace que la gente sepa que es un camino hacia la UMA o para el mercado laboral.
Pero no sólo está ocurriendo con la FP. Los Bachilleratos también están llenos.
No hay que olvidarlo, es cierto, pero es que los Bachilleratos son también un camino hacia los ciclos formativos superiores.
¿Ha cambiado la percepción de la sociedad con respecto a la Formación Profesional? ¿Hasta hace poco, el que valía, valía y el que no iba a FP?
Afortunadamente ha cambiado. Lo más triste de todo es que esta percepción estaba incluso en el propio sistema educativo y los alumnos ya iban dirigidos hacia Bachillerato o hacia FP prácticamente desde las escuelas de Primaria. A los buenos estudiantes se les orientaba al antiguo BUP y a los que no valían, a los centros de FP. En mis 31 años de profesión he podido ver de todo, pero además, en los últimos años, he comprobado en primera persona cómo se ha producido el efecto contrario y ahora existe una gran dignificación de la enseñanza profesional. En todo caso, he tenido alumnos de la antigua FP 1 que no eran para nada mediocres y muchos, aunque una minoría, iban luego a la Universidad.
¿Son muchos los alumnos que logran su título en Formación Profesional que pasan después a la Universidad?
Gracias al sistema de convalidaciones de créditos universitarios, cada vez son más, desde luego. Tienem que ser carreras relacionadas con el ciclo formativo cursado por el alumno que se matricula; por ejemplo, el grado de LADE con respecto a ciclos de administración de empresas. Pero no ocurre en todas las carreras y estimo que sería muy importante que se siguiera trabajando en este camino.
¿Y ocurre lo contrario, alumnos egresados de la Universidad, que no han conseguido un puesto de trabajo y que se matriculan en FP por sus perspectivas laborales?
Es otro camino que se ve cada vez más. Gente que ha terminado una carrera universitaria y vienen al Politécnico alumnos que han estudiado Comunicación Audiovisual y que se matriculan en el ciclo de imagen y sonido. O también hacen ciclos completamente distintos que las carreras que han hecho, aunque lo más normal es que la gente siga por el mismo campo.
¿Cuántos alumnos que dejaron los estudios por empezar a trabajar a cambio de un suelo sin tener ninguna cualificación han tenido que volver al instituto?
Un sueldo no. Un sueldazo. Eran chavales que trabajaban en la construcción de lunes a viernes y luego a destajo los fines de semana. Cuando la cosa se ha venido abajo, se han visto sin nada y además sin preparación. Aquella situación provocaba un impacto muy negativo en los niños que seguían viniendo a clase y cuando salían del centro, con sus libros bajo el brazo, veían a sus amigos o vecinos con un coche de gran cilindrada, la mayoría de las veces tuneado, y con la música a todo volumen. Lo conocíamos como el efecto llamada de la selva. Seguro que más de uno se preguntaba qué hacía allí cuando podía estar ganando dinero como esos que antes eran sus compañeros, con 15 o 16 años. Se les presentaba un escaparate muy atractivo, pero irreal. Seguro que ahora se han dado cuenta de que acertaron al no abandonar.
¿Conoce a esos alumnos que en su día abandonaron y ahora se han visto en la obligación de regresar a las aulas?
Los conozco con nombres y apellidos. Son los máximos candidatos a cursar la Enseñanza Secundaria para adultos. La mayoría abandonó en tercero de la ESO y ahora han vuelto con otra edad, otra madurez y otra experiencia. Yo les digo que se dirijan a los más pequeños, que les digan la equivocación que cometieron y cómo se han dado cuenta.
¿Pero ahora hay crisis y no hay trabajo y la tasa de abandono sigue siendo elevada y afecta al 33% de la población escolar?
Esa cifra del tercio no sé si está actualizada.
Son datos de la propia Delegación Provincial de Educación.
En nuestro centro, por ejemplo, detectamos muy poco abandono. Gente que pasa de segundo de la ESO a los programas de cualificación profesional inicial.
Muchos profesores se lamentan de que, si bien la educación obligatoria hasta los 16 años es un logro social, es muy difícil dar clase y mantener el orden en un aula cuando estos escolares, ya mayores, no quieren estudiar. ¿Considera adecuados los itinerarios curriculares existentes?
Ahora mismo un niño, a partir de segundo de ESO, ya puede pasar a diversificación curricular o a un Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI). Creo que no hay que adelantar esta posibilidad de elección, porque entonces estaríamos volvieron al sistema anterior. Y no es tan raro el caso de alumnos que hagan diversificación curricular y levanten cabeza y remonten en sus estudios y que luego incluso accedan a estudiar una carrera universitaria.
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