sábado, 2 de junio de 2012
Carta Abierta. Manifiesto IES Almuseyne (Los Palacios)
CARTA ABIERTA A LOS PADRES
En este periodo de crisis estamos acostumbrados a esperar con preocupación y con incertidumbre las decisiones del gobierno de turno. Mientras los recortes les tocan a los demás, respiramos aliviados desde la barrera. Pero es que ahora el miura de los recortes nos ha empitonado a todos por donde más nos duele: la sanidad y la educación. La educación.
Generalmente, los funcionarios no tienen buena prensa y el hecho de que trabajen más y cobren menos los funcionarios, en general, y los maestros y profesores, en particular, no debe ser algo que preocupe más que a funcionarios y maestros y profesores. Y es esa antipatía que despierta la caricatura del funcionario, precisamente, lo que utilizan los gobernantes para separar, para dividir, para que la atención recaiga en esos recortes y no en aquellas otras medidas que causarán un perjuicio enorme en la formación de los alumnos. Son esas otras medidas –esas otras medidas– las que deben unirnos en la defensa de lo mismo: la educación de calidad.
Que los profesores cobren menos no preocupa ni debe preocupar a nadie. Después de muchos años trabajando en educación con infinidad de profesores, podemos asegurar que su profesionalidad y su interés por la educación y por el futuro de sus alumnos está por encima de todas las trabas y de todos los desprecios que sufre, desde hace tiempo, por parte de la administración. Por tanto, efectivamente, no les debe preocupar la bajada de sueldo sobre el sueldo ya bajado y congelado desde hace varios años.
Sí hay otras medidas contra el profesorado –mejor dicho– contra sus hijos, que deberían preocuparles. ¿Sabían ustedes que sube el número de horas de trabajo y la carga lectiva del profesorado? Eso supone que el profesor dispondrá de menos horas para la preparación de materiales, para la corrección de exámenes, de ejercicios, de trabajos, de investigaciones, para la búsqueda de metodologías acordes con los nuevos tiempos, las nuevas tecnologías, y las nuevas necesidades de los alumnos, para la formación continua, para la atención a padres a cualquier hora del día y cualquier día de la semana, etc. Todo esto, como es obvio, redunda directamente en la mejora de la docencia, en las clases con los alumnos, y en la mejora de los resultados académicos. Habrán oído hablar, en relación con esto, de la disposición de algunos centros a dejar de organizar actividades complementarias y extraescolares, como esta que celebramos hoy. ¿Creen que es por falta de interés en el aprendizaje de sus hijos? Es por falta de tiempo. Es por falta de fuerzas.
Hay otras medidas de recorte, como les decía. ¿Saben que se reducirá el número de profesores en los centros? O lo que es lo mismo ¿Saben que, posiblemente, no habrá desdobles para prestar una atención más personalizada a los alumnos, que no habrá programas de refuerzo para mejorar el nivel de niños con dificultades, que no habrá profesores para que sigan funcionando planes imprescindibles como, por ejemplo, el de la convivencia, que requiere profesores de guardia tanto en el Aula de Reflexión como en el Aula de Convivencia? Si sus hijos necesitan una atención especial o tienen problemas de convivencia, poco podrán hacer los centros educativos con los recursos humanos de que disponen.
Recuerden esta otra medida de recorte. Las sustituciones de profesorado solo se realizarán a partir del undécimo día lectivo en que el profesor cause baja; es decir, tras dos semanas sin profesor, se podrán iniciar los trámites para que envíen un sustituto. Los alumnos (incluidos los de 2º de bachillerato, con la selectividad al acecho), si son afortunados, pueden estar solo tres semanas sin profesor, puesto que, según se recoge en el Real Decreto Ley 14/2012 de 20 de abril, el centro deberá atender a esos alumnos con el personal que tenga. Pero ¡qué personal! ¡Si cada vez hay menos profesores y más tareas! ¡Qué personal tendrá una hora libre para poder hacerse cargo de las clases de otro compañero! Hasta ahora los profesores no han desarrollado la capacidad de desdoblarse, aunque algunos parezcan tener el don de la ubicuidad.
Como les digo, no deben preocuparse por la suerte de los profesores, sino por la suerte de sus hijos, del futuro, como dicen algunos con la boca llena de buenos deseos y las entrañas corrompidas por la mentira. Deben preocuparse por la subida del número de alumnos por clase, la bajada en la dotación para los gastos de funcionamiento de los centros (tales como fotocopias, libros para las bibliotecas, material audiovisual e informático, etc), la reducción de dotación para gastos de Formación Profesional… Deben preocuparse, en definitiva, por la educación de sus hijos y de sus nietos. Deben preocuparse por un sistema educativo que está protegido sólo por los padres y los profesores, que se han convertido en los garantes de la educación. Deben preocuparse por un sistema educativo que es vapuleado constantemente por aquellos que deberían defenderlo: presidentes, ministros, consejeros.
La única forma de acabar con el miura de los recortes en educación es practicar una suerte de estocada cuyo estoque sea manejado por la unión de los alumnos, los padres y los profesionales de la enseñanza. Luchemos juntos por LEMA DE LA PANCARTA O DE LAS CAMISETAS.
Claustro del IES Almudeyne
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